lunes, 17 de septiembre de 2012

X-Box 360 slim

El principal punto a destacar es sin duda su nuevo diseño. Hemos pasado del negro/blanco mate a un negro con brillo, bordes plateados y un corte en los laterales que engaña a la vista y la hace parecer aún más delgada. Ahora el frontal no es extraíble, pero así evitamos colocar cualquier tipo de carcasa personalizable cuyo único fin no sería otro que el de destrozar la nueva imagen. De todas formas, ya sabemos que la Dremel puede con todo, así que los amantes del modding no deben de estar muy preocupados con este asunto. 

Se han mejorado todas las zonas en las que el usuario interactuaba, desde la entrada de puertos USB frontal hasta la botonera de encendido y apertura de bandeja. En el primer caso, una nueva tapa replegable aparenta ser más resistente que la anterior, ya que como algunos sabrán, un par de aperturas bastaban para que el muelle interno pasara a mejor vida. A su lado encontramos ahora el switch de conexión de mandos, antes situado junto a las desaparecidas ranuras de memoria y que sigue teniendo la misma función.
Los nuevos botones de encendido y apertura de bandeja incorporan ahora un sensor óptico con el que poder encender la consola con sólo rozar la zona. Dicha acción viene acompañada de un pitido de justa intensidad que no llegará a molestar (teniendo en cuenta que han mejorado en ruido, eso sería el colmo). 

También hay detalles muy cuidados como el acceso al disco duro que, recordemos, es extraíble. Situado en la rejilla inferior, un muelle perfectamente camuflado nos permitirá retirar la tapadera que oculta la zona del disco duro. Este componente a su vez ofrece un tirador de tela con el que podremos accionar un sencillo mecanismo que actúa de seguro y además ayudará a la extracción de la unidad. 

Aunque ya existía en el mercado un controlador negro, en esta ocasión han decidido incluir un par de cambios que sirvan para diferenciarlos (cosas de la exclusividad). El botón guía ahora es de color plateado brillante en lugar del plata mate que aparecía en el modelo Elite, al igual que la zona más baja, que pasa a ser de color negro con brillo. El resto sigue igual, misma botonera y mismos colores. 



Verdaderamente, antes que el nuevo diseño o la compatibilidad con Kinect, el punto más importante de esta nueva Xbox 360 es su procesador. Gracias a su proceso de fabricación de 45nm se ha conseguido unificar CPU y GPU en un mismo chipset, reduciendo de esta forma el espacio en placa, disipadores utilizados y, como no, temperatura interna. Y es que el calor generado por la consola ahora se extrae con un único ventilador de 10 centímetros que impresiona con su escaso nivel de ruido. 

Como bien decíamos antes, las dos ranuras de tarjetas han pasado a mejor vida, y en su lugar se han incluido dos puertos USB más en la zona trasera. Esta decisión era un movimiento más que previsible, ya que como seguro recordarás, el fabricante decidió ofrecer compatibilidad con dispositivos de almacenamiento USB de terceros. Una muerte anunciada. 




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