"La gente hará las cosas de una forma más inteligente".
"Claramente todavía tenemos que golpear contra las limitaciones", reconoció Thompson. "Creo que lo principal es que la industria no se meta en un callejón sin salida en el que resulte económicamente inviable el desarrollar un juego. El último ciclo de la tecnología cogió a la gente por sorpresa, especialmente por la cantidad de gente que hacía falta para desarrollar un juego, y por la habilidad que se requería para hacer el trabajo que la gente esperaba".
"En la última generación, la percepción era la de que iba a ser diez veces mejor en términos gráficos con respecto a la anterior. Para la próxima generación habrá un gran cambio, pero no será tan obvio", aseguró. "La gente hará las cosas de una forma más inteligente. Creo que estaremos más preparados, y debo decir que no podemos un incremento de diez veces en el equipo porque los presupuestos serían ridículos. Tendrías que vender entre 20 o 30 millones de copias sólo para recuperar la inversión".
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